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La verdad detrás del video viral de los pingüinos atravesando el mar sobre una isla de basura

¿Existe en realidad esa isla flotante formada a base de residuos plásticos? ¿Es cierto que un grupo de pingüinos la ha convertido en su casa?

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La verdad detrás del video viral de los pingüinos atravesando el mar sobre una isla de basura

¿Existe en realidad esa isla flotante formada a base de residuos plásticos? ¿Es cierto que un grupo de pingüinos la ha convertido en su casa?

 

María L. Cid

14/05/2018

El Fondo Mundial para la Naturaleza, más conocido como World Wildlife Fund, es la mayor fundación conservacionista del mundo; visionaria y experta, ya que se fundó allá por 1961, en abril del año pasado publicó un vídeo en el equivalente anglosajón de nuestro día de los Inocentes, conocido como Aprils´s Fool Day .

Con la mejor de las intenciones y centrados en que lo importante es el mensaje, se difundió algo que no ha ocurrido pero que, si seguimos así, bien puede llegar a ocurrir en cualquier momento: un montaje en el que una comuna de pingüinos flotaba errante en las aguas sobre una isla. Pero no hecha de hielo, hecha de basura plástica.

Rápidamente el vídeo se hizo viral, fue tomado por auténtico y despertó oleadas internacionales en las que la desazón y la indignación competían ardiamente por el protagonismo de la jornada.

El World Wildlife Fund buscaba engañar amablemente, hacer una broma pertinente en un día muy señalado para concienciar del grave problema que la acumulación de residuos plásticos no reciclables está causando en nuestro medio ambiente, en nuestro planeta. El único que tenemos.

Pero la broma se fue un poco de las manos y se transformó en una de esas “fake news”, noticias falsas o bulos, difundidos y tomados como auténticos que tanto protagonismo han adquirido por su difusión a través de redes sociales y que están siendo utilizadas incluso para manipulaciones políticas de forma más o menos burda. En este caso, la intención no era engañar, sino concienciar sobre la terrorífica contaminación de nuestros mares por las emisiones ilimitadas de plásticos.

Greenpeace

Los ejemplos nos rodean incluso en casos tan extremos como la famosa Isla de Plástico flotante del Pacífico (cuyas existencias algunos osaron dudar) que ha resultado ser más grande de lo que se dijo en principio. Hoy sabemos que su superficie es un equivalente a la suma de España, Francia y Alemania, algo que parecía imposible hasta hace bien poco.

Las cifras de los cálculos respecto a cuánto plástico hay flotando en nuestros mares -aparte del que se hunde- es casi cabalística. Lo importante es que cada día crece y está en nuestras manos frenarlo. Abusamos de su uso, no nos posicionamos por la utilización de medios alternativos de embalaje y el reciclado -en caso de haberlo- es en muchos casos incorrecto. ¿El resultado? El plástico en cantidades industriales acaba en los ríos, el mar, los océanos… y en los estómagos y cuerpos de algunos animales, matándolos o mutilándolos.

Restos plásticos encontrados en el interior de le ballena fallecida en Cabo de Palos

Así que mientras aguardamos a un cambio de hábitos en Occidente, al uso exitoso de la molécula devora plástico o soluciones menores pero esperanzadoras como la utilización de recipientes de papel prensado reciclable para botellas de agua en vez del plástico en uso, habrá que admitir que no es tan malo echarle un poco de ficción al asunto para apelar a los sentimientos de los usuarios. O sea, de nosotros mismos.

El planeta necesita tu ayuda

El cambio depende de las pequeñas acciones de cada uno. Comienza por ser consciente de las cosas que consumes y el impacto que tienen tus acciones, tanto positivo como negativo. De a poco, dando pequeños pasos, puedes ser el cambio que quieres ver en el mundo. Y recuerda, ¡un tropezón no es caída! No te desanimes si algo no sale como piensas que debería o cuesta más de lo que creías.

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