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En el video puedes ver la imagen captada por el telescopio, seguida de explicación ilustrada de lo que sucede cuando una estrella es tragada por un agujero negro.
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En el video puedes ver la imagen captada por el telescopio, seguida de explicación ilustrada de lo que sucede cuando una estrella es tragada por un agujero negro.
16/10/2018
Uno de los misterios más inquietantes del Universo son los agujeros negros: regiones en el espacio donde la fuerza de la gravedad es tan fuerte que nada puede escapar, ni si quiera la luz. Y precisamente porque atrapan la luz, los agujeros negros son prácticamente invisibles al ojo humano. Es por eso que durante años se pensó que las imágenes que encabezan este artículo mostraban el estallido de una supernova, es decir, la muerte de una estrella.
Grabadas con el telescopio del Observatorio de Canarias en 2005, los fotogramas registraron una explosión de luz emitida en la galaxia Arp 299-B, a 150 millones de años luz de nuestro planeta Tierra.
Más de una década después, un grupo de investigadores han descubierto la verdad: las imágenes muestran cómo un enorme agujero negro con veinte millones de masas solares se traga una estrella de casi seis veces la masa de nuestro astro Sol.
Aunque al principio se pensaba que la explosión era consecuencia del deceso de una estrella, los investigadores comenzaron a dudar cuando se dieron cuenta de que en los fotogramas se podía observar una llamarada que viajaba en una misma dirección a 75.000 kilómetros por segundos.
Las ondas de radio de dicha llamarada fueron tan potentes que nuestros radio telescopios terrestres no tuvieron problema en detectarla. Gracias a esta captura los científicos ahora tienen más información sobre el comportamiento de los agujeros negros en el espacio y cómo interactúan con los cuerpos celestes que los rodean.
Además, las imágenes han servido para localizar este agujero negro dentro de la galaxia Arp 299-B y observar cómo se está fusionando con la galaxia adyacente Arp 299-A. Según las investigaciones científicas, cuando dos galaxias se fusionan sus agujeros negros terminan combinándose para crear el centro de la nueva galaxia.
De hecho, se cree que en el centro de cada galaxia existe un agujero negro supermasivo. Por supuesto, la Vía Láctea también cuenta con un agujero negro gigante de 4 millones de masas solares la región de Sagitario A, a unos 26000 años del Sistema Solar.
Representación del agujero negro de la Vía Láctea. Fotografía: Ute Kraus
Sin embargo, no todos los agujeros negros son colosos masivos con millones de veces la masa de nuestro astro Sol. Los agujeros negros primordiales pueden ser tan diminutos como un átomo aunque contengan la masa de una gran montaña. Mientras que los agujeros negros estelares, los más comunes, suelen tener una masa veinte veces superior que la de nuestra estrella.
Aunque la cultura popular representa los agujeros negros como pozos sin fondo que se tragan todo lo que existe a su alrededor, en teoría la Tierra está a salvo. Es más, se cree que estos diminutos agujeros negros primordiales podrían ser los causantes de la formación del Universo Temprano, es decir, la primera etapa del Universo poco después del Big Bang.
Y ustedes ¿cómo se sienten al conocer un poco mejor los enormes misterios que envuelven la magnificencia del Universo?
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