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Cuatro mitos de la tauromaquia que ya es hora de que desaparezcan

¿Cómo una práctica en la que suceden situaciones como la que se muestra en el video de este artículo siga vigente?

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Cuatro mitos de la tauromaquia que ya es hora de que desaparezcan

¿Cómo una práctica en la que suceden situaciones como la que se muestra en el video de este artículo siga vigente?

 

Maria Palos

15/03/2019

Los espectáculos con toros han sido, sin ninguna duda, uno de los temas más candentes en los últimos años, especialmente en España, donde se considera por muchos una tradición a mantener y, por muchos otros, una auténtica crueldad.

Pues bien, las imágenes de este vídeo no hacen sino añadir polémica a este asunto. Y es que hace solo unos días, en Valencia, un toro que participaba en el rito del toro embolao (que consiste en colocar dos bolas de alquitrán prendidas en los cuernos del animal para, después, evitar sus investidas) protagonizó una terrible escena que dejó en shock a todos los allí presentes. Al contrario de lo que se esperaba, el toro se desorientó completamente y, completamente alocado, terminó suicidándose al chocar contra el pilón al que había sido atado.

Y es que las fiestas en las que la tauromaquia se ve envuelta son algo todavía muy común en algunos territorios de España. A pesar de que en lugares como Canarias o Cataluña llevan ya algunos años prohibidas, otras comunidades autónomas como Valencia siguen permitiéndolas.

Mito #1: Los toros no sufren

Los argumentos de los pro-toros son, entre otros, que los toros ‘no sufren’ con este tipo de prácticas. Sin embargo, los expertos lo desmienten: “el toro sufre como cualquier individuo con sistema nervioso central. Sufre desde el momento que es acosado para subirse a un camión, sufre miedo, pánico en el trayecto. Los gritos, la oscuridad, todo eso es procesado por su cerebro como algo desconocido, como algo peligroso”, cuenta a los medios la veterinaria María González, una de las fundadoras del santuario de animales ‘La Vida Color Frambuesa’.

Mito #2: Las corridas son cultura y tradición y deben continuarse para preservarla

Para los defensores de este tipo de prácticas, además, la tradición que les rodea es otro de los argumentos a favor de mantenerla. Sin embargo, la historia ha demostrado que las ‘tradiciones’ deben necesariamente cambiar con el tiempo, tal y como ha ocurrido con ciertas prácticas relacionadas con el sexismo, el racismo y otras muchas formas de discriminación. Que algo se practique hace mucho tiempo no lo hace moralmente bueno.

Mito #3: Sin las corridas, el toro bravo se extinguirá

También se ha oído, en múltiples ocasiones, que sin la celebración de este tipo de fiestas los toros corren el riesgo de extinguirse, algo que no tiene sentido para los expertos: El toro bravo no es una especie. Es simplemente el macho de la vaca, a quien se ha seleccionado genéticamente durante generaciones para obtener individuos grandes, de aspecto impresionante y con mayor bravura, para que embistan en las plazas”, cuenta Alba Mendoza, portavoz de la asociación Piztiak.

Mito #4: la eliminación de la tauromaquia pone en riesgo el empleo

El argumento económico es otro de los más utilizados por quienes defienden la tauromaquia y es que, según ellos, con la desaparición de estas tradiciones se eliminarían muchos puestos de empleo, si bien los datos estadísticos dicen lo contrario, al mostrar que en el año 2016 solo el 23% de las ganaderías registradas vendieron algún animal para los festejos en las plazas.

Mito #5: Los toros son naturalmente agresivos

Laura Luengo, cofundadora y presidenta del santuario de animales Wings of Heart, explica que: “Ninguna raza de toro es naturalmente agresiva. Son animales herbívoros y rumiantes que tienen en común que ante una amenaza huyen si tienen la posibilidad”. Por esto, al salir al ruedo, se le clava la divisa, un doble arpón para provocarlo y obligarlo a atacar para defenderse.

Sea como fuere, lo cierto es que imágenes como las de este vídeo no hacen sino sumar argumentos a favor de quienes defienden que el fin de este tipo de actividades debe ser considerado con urgencia.

Fuentes:

El Salto

El País

Ecoosfera

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