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¡Arriba las garras!: Un grupo de osos se cuela en una pizzería para darse un festín

El propietario del local aprovechó la difusión del vídeo para pedir medidas de protección para los animales a la policía

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¡Arriba las garras!: Un grupo de osos se cuela en una pizzería para darse un festín

El propietario del local aprovechó la difusión del vídeo para pedir medidas de protección para los animales a la policía

 

Maria Palos

10/10/2018

Podrías pensar que lo del hambre voraz nocturna es una cosa exclusiva de los seres humanos, pero te equivocabas. Para muestra, el vídeo que acompaña esta noticia, en el que podemos ver cómo un grupo de osos (presuntamente mamá oso y sus crías) entran a altas horas de la madrugada en una pizzería para darse un auténtico festín.

Las imágenes fueron grabadas por las cámaras de seguridad del restaurante Antonio’s Real New York de Estes Park, en Colorado, y en ellas podemos ver cómo los animales se cuelan en el establecimiento rompiendo las ventanas. Antes de darse un festín, pasean tranquilamente por el local abriendo todos sus armarios y olfateando a su paso para terminar encontrando, al fin, su ansiado festín: la masa de pizza y todos los 'toppings' que allí se encuentran.

El encargado de hacer públicas las imágenes no ha sido otro que el propietario del restaurante, Antonio DeSousa, quien no dudó en compartir el vídeo en la página de Facebook del establecimiento haciendo una reflexión y una llamada especial a las autoridades: “Llevo pensando en esto todo el día y estoy avergonzado por las ‘reglas’ que existen en un lugar en el que hemos invadido la vida salvaje. El sentido del olfato de un oso es 2100 mayor que el nuestro. Pueden oler nuestra sangre pero no te matan por ello, incluso cuando han sido echados de la ciudad y soltados en algún lugar aleatorio, utilizan su sentido del olfato para volver y son asesinados”, sentenciaba.

“Todo lo que quieren son calorías con las que poder hibernar. Los hombres matan por mucho menos que para comer. Deberíamos encontrar nuevas medidas disuasorias en lugar de crear reglas que aseguran su muerte basándonos en su necesidad de comer. Es como si estuviéramos jugando al ajedrez con los osos pero ellos no se dieran cuenta de que se trata de una cuestión de vida y muerte. Encerramos toda la basura que expone nuestras casas y nuestros negocios. Algo no demasiado inteligente si lo que planeamos es minimizar los costes asociados a intentar acabar con cien años de enseñarles a los ojos que los humanos somos comida”, continuaba.

DeSousa no pierde oportunidad en el post de intentar proponer soluciones: “Una posible solución son ondas magnéticas que operen a una frecuencia que los osos consideren los suficientemente ofensiva para mantenerles alejados. Si Google puede imaginar lo que estás pensando antes de que lo escribas, seguro que alguien puede dar con este método. Estoy seguro. O, si no se trata de una frecuencia, un dispositivo que reconozca que se trata de un oso y emita un sonido que les ahuyente. Esta debería ser una cuestión a resolver pronto.”, terminaba.

Lo cierto es que, aunque el post todavía no acumula demasiadas reacciones en Facebook, son muchos los medios que han comenzado a hacerse eco de la noticia por dos motivos: por lo enternecedor de las imágenes de los animales, que parecen disfrutar muchísimo su festín, y por la necesidad de que las autoridades y gobiernos pongan freno a una situación que pone en peligro la existencia de los osos en zonas urbanizadas como esta.

La noticia llega, además, en un momento delicado. Y es que el gobierno de Donald Trump ya puso en marcha en mayo de este año varias medidas para anular las normas de protección que el gobierno Obama había aprobado durante su mandato y que protegían a este tipo de especies. Con las nuevas leyes, la actividad de los cazadores deportivos se ve favorecida y la existencia de este tipo de animales se enfrenta así a una nueva amenaza.

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