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En Sabu, una aldea de Burkina Faso, hombres y cocodrilos viven en paz. Estos animales son sagrados para el pueblo y por esto son respetados por todos.
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En Sabu, una aldea de Burkina Faso, hombres y cocodrilos viven en paz. Estos animales son sagrados para el pueblo y por esto son respetados por todos.
31/08/2018
Hay gente a la que le gusta vivir al límite. De eso no hay duda. Si no lo crees, basta ver este vídeo que muestra a un hombre alimentando a cinco cocodrilos, lo hace con sus propias manos y sin que le tiemble el pulso. Pero aunque nos parezca insólito, esta es una escena cotidiana en Sabu, una aldea de Burkina Faso en África Occidental, donde consideran sagrados a estos corpulentos reptiles y se esmeran por atenderles.
Como lo has leído, en esa comunidad los habitantes creen que los cocodrilos son los “guardianes del destino”, estas criaturas viven en un estanque que funge de “santuario”. Así lo ha explicado el autor del vídeo, el turista Maksims Grudinins, quien también explica que estos reptiles están domesticados y no atacan a nadie porque los aldeanos los mantienen bien alimentados.
Es posible que el hombre del vídeo no solo sea un temerario adicto a la adrenalina, sino un creyente en la vida después de la muerte que desea ganarse el cielo una vez que muera. De lo contrario, para el resto de nosotros no se explica tal osadía. En el material que grabó Grudinins se ve que los cocodrilos se acercan a la orilla y abren sus bocas para recibir el suculento desayuno que les traen, incluso el quinto se incorpora un poco más tarde cuando ve que sus compañeros están comiendo y no le han invitado; lo hacen en calma, sin alterarse, ¿podría decirse que “domesticados”?
Para entender más un poco la actitud del hombre, es conveniente contarte que los habitantes de la aldea les atribuyen dotes telequinésicos a los cocodrilos. Para ellos, estos reptiles pueden discernir quién dice la verdad y quién no, algo que quedó en su cultura. Antes, las personas sospechosas de mentir se ofrecían voluntariamente a pararse junto al agua para que los cocodrilos “sabios” decidieran si la acusación estaba justificada. Por supuesto, el que mentía prefería huir del pueblo antes que acercarse a los reptiles, cuenta Maksims.
Recordemos que los cocodrilos se alimentan de peces, mamíferos, aves marinas, otros de cangrejos, insectos y ranas. Su tamaño promedio es de cinco metros y pesan 250 kilos, viven entre 50 y 80 años, de acuerdo con National Geographic. La mordedura de estos animales es la más poderosa y letal gracias a su mandíbula, como no pueden masticar su presa, la sacuden hasta despedazarla y así poder tragarla. Como comprenderás, caer en las “garras” de uno de estos reptiles hambrientos figura en la lista de “formas seguras de morir”. Así que, lo mejor es mantenerse lo más lejos posibles, por muy santos que los quieran hacer parecer.
“No hay problema, son cocodrilos sagrados. No le hacen nada a nadie".
Pierre Kabore
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