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Video: el gesto de este perrito al recibir un mensaje es lo más enternecedor que verás hoy

Bart el perro se deshace, y nosotros con él

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Video: el gesto de este perrito al recibir un mensaje es lo más enternecedor que verás hoy

Bart el perro se deshace, y nosotros con él

 

M. A. P.

13/08/2018

El cariño es básico para el bienestar de muchos animales, entre ellos nosotros mismos y como no, nuestros perros.

Dicho esto, el vídeo que os presentamos es la evidencia visual que respalda la introducción, porque nunca antes una cara perruna había destilado tanta felicidad como la de Bart, el agradecido protagonista canino.

Su dueño se sirve de las puntas de sus dedos para masajearle el pellejo, trasladándole en el transcurso todo su amor, sin duda correspondido, a juzgar por el placentero semblante de “la bestia”.

Tu perro te quiere porque está programado genéticamente para hacerlo

Muy malo has de ser con tu perro para que éste te acabe aborreciendo, ya que dentro de un marco psicológico estable, los canes desesperan por el cariño de sus amos. Pues bien, esta verdad popular ahora parece tener su contraparte científica gracias al trabajo conjunto de un equipo de investigadores de las Universidades de Oregón y Princeton.

Según sus indagaciones, los perros comparten una similitud genética con las personas que han sido diagnosticadas de síndrome de Williams-Beuren, una patología cuyo rasgo más característico es la hipersociabilidad, es decir, la extroversión sistemática.

De ser correctos sus resultados, los nuevos datos despejarían la incógnita asociada al origen del carácter del perro, que no habría “desarrollado una forma avanzada de cognición social de la que el lobo carecía” a consecuencia de su relación con los humanos, como afirma Monique Udell, codirectora del estudio junto con la bióloga Bridgett vonHoldt, sino que “que los perros tienen una condición genética que les puede conducir a una motivación exagerada para buscar contacto social en comparación con los lobos".

Durante su investigación, las responsables del proyecto han encontrado un componente en los genes GTF2I y GTF2IRD1 que "configura la personalidad del animal y ayudó a domesticar al lobo", en lugar de un gen social en sí mismo.

Sin embargo, a pesar de la influencia genética que les predispone a ser sociales, la comunidad científica niega que exista un determinismo biológico estricto en las ciencias biológicas y psicológicas, por lo que la influencia del ambiente suma a la hora de definir el comportamiento de cualquier animal.

De este modo un perro tan bien cuidado como Bart siempre presentará un carácter más afable y abierto que otro que haya sido maltratado durante su vida. Así que ya sabéis, a repartir cariño por la biosfera.

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