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Los expertos no se ponen de acuerdo, pero parece que los perros se pueden enamorar
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Los expertos no se ponen de acuerdo, pero parece que los perros se pueden enamorar
26/03/2019
Aunque la historia de la crianza doméstica de los perros tiene un lado muy oscuro, hoy en día la mayoría de personas considera que estos animales tienen derechos, merecen amor y son parte del núcleo familiar.
Pero tras 15.000 años relacionándose con los humanos, los perros no dejan de sorprendernos.
En el vídeo que encabeza este artículo podemos ver a Papa, un perro completamente enamorado de la perra de un vecino de la ciudad de Chiang Mai, en la zona norte de Tailandia.
Este perro, un cruce entre un husky siberiano y un thai bangkaew, vive todos los días esperando ver a su “novia” canina. En cuanto pasa cerca de su casa, él la huele y se vuelve loco por saludarla.
Pero un día su compañera peluda aparece acompañada de otro perro. En las imágenes podemos observar la desesperación de Papa, que intenta alzar su vista por encima de la valla que la separa de su amada.
Cuando se da cuenta de que su amada está fuera con otro macho, Papa se lanza hacia la verja y entre ladridos observa con el corazón roto como su amada se aleja con otro.
Aunque no todos los expertos están de acuerdo, un experimento científico de la Universidad de California en San Diego demostró que los perros reaccionan con conductas celosas si sus guardianes se muestran más interesados en otro can.
En experimento forzaba a los guardianes de varios perros a ignorar a sus compañeros peludos mientras mostraban interés por tres cosas: un libro, una cubeta y un perro de peluche que incluso ladraba. Los humanos debían tratar a los tres objetos por igual, hablándoles con cariño e incluso acariciándoles.
Como era de esperar, los perros se pusieron celosos en el caso del peluche. Sus conductas se volvieron agresivas llegando a interponerse entre ambos, a morder el peluche o incluso a empujar.
“Nuestro estudio sugiere no sólo que los perros se involucran en lo que parecen ser las conductas de celos, sino también de que están tratando de romper la conexión entre el propietario y un rival aparente”
¿Serán estos celos causa del amor, como nos pasa en muchos casos a los humanos? En este aspecto, los expertos tampoco están de acuerdo.
Algunos opinan que las conductas celosas surgen de la jerarquía social originaria del lobo. Es decir, que los perros están realmente intentando proteger su posición social y la relación que tienen con el macho alfa (en este caso, su guardián humano).
Otros opinan que los perros pueden sentir amor tanto hacia sus guardianes como hacia otros individuos de su misma especie, llegando a enamorarse. En ambos casos el cerebro de estos animales libera oxitocina, más conocida como la hormona del amor.
Sea como fuere, los perros se merecen todo nuestro amor. Y más aún cuando les acaban de partir el corazón como a Papa. Y ustedes ¿sienten el amor de sus compañeros peludos?
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