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Este hombre organiza una fiesta para exponer el romance de su mejor amigo y su esposa

Sólo el 5% de los mamíferos son monógamos y aun así sus relaciones no se basan en un juramento de amor eterno. Por lo tanto ¿estamos los humanos realmente hechos para la monogamia?

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Este hombre organiza una fiesta para exponer el romance de su mejor amigo y su esposa

Sólo el 5% de los mamíferos son monógamos y aun así sus relaciones no se basan en un juramento de amor eterno. Por lo tanto ¿estamos los humanos realmente hechos para la monogamia?

 

Rocio Barquilla

20/02/2019

En este mundo existen animales que eligen una pareja para el resto de su vida: los pingüinos, los lobos, los cisnes, las nutrias o los caballitos de mar. Sin embargo, el amor romántico no parece ser el motor principal de dicho compromiso.

Por ejemplo, se estima que el 90% de las aves son monógamas. Sin embargo, esta supuesta monogamia puede llegar a contener tanto infidelidad como hijos ilegítimos. La diferencia radica en que las aves no se juntan por amor, sino para salvaguardar la especie.

Es decir, que las aves son monógamas sociales: al aparearse, permanecer juntos y cooperar, sus crías tienen más posibilidades de sobrevivir. Se trata de un compromiso con la especie, no con el otro individuo.

Y l@s human@s ¿realmente estamos hech@s para realacionarnos sexualmente con una sola pareja toda nuestra vida?

A diferencia de las aves, la crianza de los mamíferos queda supeditada a las hembras porque las crías necesitan amamantarse. Por eso mismo las especies de mamíferos que practican la monogamia social no llegan al 5%.

Incluso entonces, cada una de esas especies elige una pareja exclusiva por razones muy diferentes. Por ejemplo, los castores trabajan en equipo porque necesitan mantener sus diques mientras cuidan de sus hijos.

Sin embargo, en el caso de las madoquas -un pequeño antílope africano también conocido como dicdic- la monogamia es resultado de la correlación de fuerzas. Es decir, que los machos aceptan la monogamia porque no pueden dominar a las hembras y prefieren quedarse con una que con ninguna.

Madoqua hembra en el Parque Nacional Tarangire, Tanzania. Fotografía: Ikiwaner

Aun así, algunos individuos de otras especies de mamíferos practican la monogamia social en contra del comportamiento generalizado del grupo. Por ejemplo, casi el 30% de los primates prefieren relaciones exclusivas porque previene el infanticidio de sus crías por parte de otros machos listos para aparearse.

De nuevo, parece que las razones para la monogamia en el reino animal son puramente prácticas para la supervivencia de la especie. Además, la monogamia sexual es casi un mito porque al final casi todos los animales se aparean con más de un individuo.

En el caso de la especie humana, la monogamia parece tener un origen más bien cultural, sociológico o incluso político. Pero provenga de donde provenga, lo que está claro es que nuestro instinto animal tiende a la infidelidad.

Por eso se repiten escenas como la que se desarrolla en el vídeo que abre este artículo, donde un hombre desvela la infidelidad de su mujer con uno de sus mejores amigos en el momento más álgido de una fiesta que él mismo ha organizado.

Además en este caso la infidelidad es doble: la de su esposa y la de su amigo de más de 20 años. Por lo que se puede apreciar en el vídeo, filmado en Venezuela, parece que al cornudo le dolió más la ruptura de su amistad que la ruptura de su relación monógama.

Las relaciones monógamas se basan en un compromiso exclusivo y por eso la infidelidad es un comportamiento completamente reprochable. Pero ¿creen ustedes que el problema es la infidelidad o la monogamia?

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