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Correr aporta numerosos beneficios físicos y mentales, pero también puede convertirse en una adicción. El runner mexicano Korridori nos avisa en el video: "El running hay que practicarlo por deseo y no por necesidad".
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Correr aporta numerosos beneficios físicos y mentales, pero también puede convertirse en una adicción. El runner mexicano Korridori nos avisa en el video: "El running hay que practicarlo por deseo y no por necesidad".
11/03/2019
El vídeo tiene un mensaje muy claro sobre la verdadera esencia de correr: “no importa ser lento o rápido, sólo tienes que prepararte bien, creerlo y disfrutarlo”.
Como cualquiera otra actividad física, correr aporta multitud de beneficios tanto para el cuerpo como para la mente. Varias investigaciones han demostrado que correr de manera habitual reduce a la mitad la probabilidad de sufrir enfermedades cardiovasculares y aumenta cerca de tres años la esperanza de vida.
Por supuesto correr también controla el peso y la presión arterial, fortalece los huesos, el corazón y la capacidad pulmonar, y por supuesto tonifica los músculos.
Por otro lado, correr reduce el estrés, la ansiedad y la tensión, mejorando la capacidad de concentración. Además, el cerebro libera serotonina que provoca euforia en el corredor, lo que mejora el estado de ánimo, fortalece la confianza y alivia la depresión.
De hecho, esta recompensa emocional es fundamental para la motivación de los runners. Por eso los beneficios psicológicos y el chute natural de serotonina pueden llegar a ocasionar adicción a correr.
Existen dos tipos de adicciones: a sustancias (drogas) y a a las actividades (trabajo, ejercicio, a las compras, etc). El running pertenece al segundo grupo. Los adictos pueden presentar síndrome de abstinencia al no poder practicarlo: pueden experimentar ansiedad, depresión o irritabilidad.
El adicto no es una persona que disfruta de correr o lo hace para estar saludable, sino que es la persona cuya vida gira entorno a esta práctica. El que tiene dependencia al runnning es aquel que solo piensa en correr, y puede llegar a cancelar citas o faltar al trabajo para ejercitarse. Puede hasta ignorar lesiones y cansancio, el malestar que siente si no corre es mayor que cualquier dolor físico.
Precisamente el runner mexicano Korridori aboga por correr como una manera de superarse a sí mismo, pero siempre manteniendo el control.
Hace años Edgar quedo devastado tras una mala ruptura amorosa: “correr me sirvió como terapia para salir de una espiral de depresión”. Sin embargo, terminó volviéndose una adicción: “Me di cuenta de que estaba corriendo en exceso sólo para distraerme de un problema personal que no quería afrontar”.
Por eso, Korridor defiende la parte terapéutica de correr siempre que forme parte de un proceso de curación y no como una droga alternativa: “el running hay que practicarlo por deseo y no por necesidad; porque si corro por lo segundo sé que algo en mi vida va mal y estoy intentando forzar mi cuerpo para escapar de la realidad”.
Si nos comparamos con otros animales, los seres humanos no somos buenos sprinters. El mejor velocista mundial puede mantener una velocidad de 10 metros por segundo durante unos pocos segundos, mientras que un caballo puede correr a más de 15 metros por segundos durante varios minutos. Sin embargo, los humanos podemos correr durante más tiempo que la mayoría de animales. Es decir, que tenemos mayor resistencia.
Además de ciertos argumentos evolutivos, algunas teorías apuntan a la caza como origen de la resistencia física del ser humano a la hora de correr.
Antes de desarrollar las primeras herramientas, parece ser que los humanos practicaban la “caza por persistencia”. Es decir, que perseguían a la presa en las horas más calurosas del día hasta que quedaba exhausta, se detenía y entonces la cazaban.
Precisamente los seres humanos somos capaces de regular la temperatura corporal mejor que otros animales. Mientras que otros mamíferos necesitan descansar para liberar el calor que se acumula en el cuerpo tras una actividad física de intensidad, nosotros simplemente sudamos y podemos seguir corriendo.
Atletas practicando para la Maratón de las Olimpiadas de Atenas en 1896
Y ustedes ¿practican algún tipo de deporte de manera habitual?
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