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El día que las playas de República Dominicana desaparecieron bajo un mar de basura

En el pasado mes de julio, la capital de República Dominicana se vio frente a una emergencia de ecológica: un mar de plásticos inundó el malecón de Santo Domingo. ¡No más plásticos!

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El día que las playas de República Dominicana desaparecieron bajo un mar de basura

En el pasado mes de julio, la capital de República Dominicana se vio frente a una emergencia de ecológica: un mar de plásticos inundó el malecón de Santo Domingo. ¡No más plásticos!

 

María L. Cid

25/07/2018

Cada días se hace más evidente que el problema de la contaminación se nos está yendo de las manos. Se habla de que, en breve, habrá más plásticos que peces en el mar y, en distintos puntos del planeta se han identificado ríos, montañas, islas y mares de basura hasta donde alcanza la vista. Uno de esos ejemplos se ha dado en el malecón de Santo Domingo, en la República Dominicana.

Este país, conocido por muchos por sus resort y hoteles de lujo con todo incluído, promocionado con impactantes imágenes de playas caribeñas interminables al amanecer por las que una pareja joven, rubia, esbelta y vestida de un blanco níveo pasea cogida de la mano... Pero esa imagen tan Disney oculta la realidad de un país en el que los plásticos se han acumulado de tal manera que las olas del mar ni si quiera podían alcanzar la orilla. Lejos de las famosas playas paridisíacas, limpias y perfectas, existe esta realidad.

Se ha insinuado que la responsabilidad de este fenómeno es de la tormenta Beryl , cuyas precipitaciones hicieron crecer los cauces de los ríos Ozama e Isabela, que arrastraron la basura hacia el mar. Pero eso es como cuando los niños dicen que los deberes se los comió el perro. La basura está a la vista de todos, y su origen no está en la tormenta ni en ningún fenómeno natural, sino en la nefasta gestión humana de los recursos y el maltrato a un planeta que es nuestro único hogar.

Y como la mentira de que la culpa la tiene la tormenta no se la cree nadie, Parley.tv ha difundido estas imágenes tituladas "Alerta, emergencia por plástico" en un intento de despertar conciencias y movilizar a la población para que se cambien usos y hábitos que están acabando con los océanos.

Además de la concienciación, como el movimiento se demuestra andando, se han organizado grupos de trabajo en los que se han aúnado voluntarios con trabajadores municipales, el ejército del país, bomberos y diferentes colectivos, para un trabajo activo de limpieza del mar, retirando uno a uno los deshechos en una cadena humana en dura competencia con las incansables máquinas que siguen produciendo, día a día y minuto a minuto, más basura, incansables y ciegas al desastre. Pero las máquinas tampoco tienen la culpa, son mecanismos sin alma, guiadas por personas...sin alma.

Pese a la intensidad de los trabajos y el alto número de personas implicadas, es casi imposible poner una fecha en que la limpieza estará completada. El alcalde del Distrito Nacional, David Collado, ha manifestado que ya se han recogido cientos de toneladas de basura, en su mayoría plásticos, pero queda mucho por hacer.

Foto: eldiario.es

Pero, como decíamos, éste no es más que otro caso de los muchos que están saliendo a la luz en distintos lugares del mundo. Y la solución no está en estas humildes cadenas humanas por más que sus integrantes merezcan toda nuestra admiración y respeto por su trabajo.

“Emergencia plástica: nuestra próxima generación tendrá que vivir con esto, hagamos que nos importe lo sufiente para mejorarlo”, escribió Kim Kardashian en una historia de Instagram.

Una nueva forma de vivir, comportarse, producir y consumir es necesaria. Imprescindible, de hecho. La sostenibilidad hace tiempo que dejó de ser un slogan de una minoría verde para convertirse en el objetivo de toda una generación y hoy ya no hay político que se precie que no incluya el mensaje en su discurso.

Ahora sólo falta que lo llevemos a la práctica. A por ello!

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