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Las divertidas travesuras de dos gemelos inquietos por las noches han quedado grabadas en cámara

Los gemelos Andrew y Ryan Balkin de dos años tienen mucha marcha y se niegan a pasar la noche dormidos en sus cunas

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Las divertidas travesuras de dos gemelos inquietos por las noches han quedado grabadas en cámara

Los gemelos Andrew y Ryan Balkin de dos años tienen mucha marcha y se niegan a pasar la noche dormidos en sus cunas

 

María L. Cid

17/10/2018

Cada nueva pareja que afronta la paternidad, no importa cuán preparada crea estar, afronta retos cotidianos que les suponen cambios en su organización vital y urgen a su capacidad de adaptación a nuevos usos y costumbres.

Algo que nos define es, por ejemplo, el hábito del sueño. Las personas más ordenadas y estables tienen pautas de sueño establecidas y que no suelen modificarse excepto causa mayor.

Y sí, lo estáis adivinando: tener hijos es una causa mayor, una fuerza ineludible. Tus horas de sueño, para empezar, se verán troceadas. Nunca más, dormir del tirón, de seguido, a pierna suelta. Has de despertar, en las primeras semanas, cada pocas horas para surtir de alimento a las voraces criaturas y, por supuesto, chequear si el cambio de pañal es necesario, que dos de cada tres veces, lo es. Y tú, bien intencionadamente a cada cambio de pañal, pensarás en las islas de plástico y celulosa que se forman en el Océano Pacífico.

Estos dos gemelos de corta edad, Andrew y Ryan Balkin, de dos añitos y residentes en Nueva York, parecen dos experimentados noctámbulos. Cada vez que sus padres les depositan en sus cunas y cierran la puerta del cuarto, se ponen en modo hiperactivo. Trepan fuera del recinto de sus camitas, tiran cojines, como redecorando su cuarto, apaptándolo creativamente para la comodidad de sus juegos. Y, efectivamente, juegan, ríen, saltan…

Cuando se cansan un poco, se echan en el sofá, “charlan” en su aún imperfecto idioma, se ponen uno sobre otro y solo cuando uno de ellos se incomoda mucho y parece gritar, los padres se despiertan y vuelta a empezar el ciclo, así todo a lo largo de la noche, que para estos dos no está hecha para dormir ni descansar. A cada pequeña tregua que intentan establecer los padres, irrumpiendo en su dormitorio, reordenando el caos infantil, depositándolos de nuevo en sus cunas, los niños responden burlones con otra juerga en cuanto los adultos Jonathan y Susanna desaparecen de su vista. Pura anarquía infantil.

No es raro pues que este vídeo, una vez subido a Facebook, se haya viralizado y ya corra por distintas Redes Sociales en las que los adultos ya padres se solidarizan y los adultos aún sin descendencia afirman que se lo van a pensar, que no lo ven muy claro en caso de que les caigan encima un par de bebés como estos. Sin duda han despertado la admiración de los espectadores, también por el claro vínculo que están desarrollando el uno con el otro.

La célebre canción dice aquello de “Nueva York, la ciudad que nunca duerme”. Con dos pequeños ciudadanos como los gemelos Balkin, es muy cierto.

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