Bioguía utiliza cookies para que tengas la mejor experiencia de navegación. Si sigues navegando entendemos que aceptas nuestra política de cookies.

C
left
left

Vídeo

Estos perros arriesgan su vida y se niegan a abandonar a su amigo atropellado

Poniendo en peligro sus propias vidas hicieron una barrera tratando de protegerlo del tráfico. Al año, millones de animales son víctimas de accidentes de tránsito.

Vídeo

Estos perros arriesgan su vida y se niegan a abandonar a su amigo atropellado

Poniendo en peligro sus propias vidas hicieron una barrera tratando de protegerlo del tráfico. Al año, millones de animales son víctimas de accidentes de tránsito.

 

María L. Cid

15/08/2018

Hasta no hace mucho, la idea generalizada era que los animales eran cosas, meros objetos a nuestra disposición. La idea de los animales como seres pensantes, sintientes, espirituales, o de que tuviesen derechos de algún tipo frente a la omnipotencia de sus dueños, era algo implanteable. Hoy sabemos más y, aunque aún queda un largo camino por recorrer, ya son muchas las legislaciones que protegen a los animales del maltrato y la explotación, e incluso en las industrias cárnicas se busca crecientemente una vida más plena y una muerte sin sufrimiento.

La ciencia también ha venido a apoyar y a demostrar que los animales cuentan con conocimientos, capacidad de aprendizaje y sentimientos complejos. Y está bien, porque hay gente que si no cuenta con sesudos estudios científicos, parece dispuesta a negar la realidad hasta el fin de los días. Pero para cualquiera con dos ojos y una mente mínimamente abierta, las evidencias están ante nosotros y los animales nos demuestran que son sujetos activos y pasivos de amor, lealtad, sufrimiento, diversión, pillería, depresión, afinidad... De algún modo, como decía el maravilloso Dersú Uzala de Akira Kurosawa, "son gente".

Y, para esos que aún pueden tener dudas pero que tienen la capacidad de "ver", una muestra. Estos perros callejeros que intentaron cruzar una carretera muy transitada en Lanzhou, en la provincia de Gansu, China. Pese a que cuatro de ellos cruzaron la carretera sanos y salvos, el quinto miembro de la manada fue atropellado por un coche. Sus compañeros, al oír los gritos de dolor, corrieron hacia él y formaron una línea para protegerlo del tráfico que seguía rugiendo amenazante a su alrededor. Su amigo había muerto pero, los perros se negaban a abandonarlo, esperando que volviese a levantarse pese a estar en peligro ellos mismos. Sólo cuando una persona recogió el cadáver, el resto de la manada reconoció que había muerto y abandonaron el lugar.

Este episodio es sólo una muestra entre miles, con madres de cualquier especie que lloran el fallecimiento de sus pequeños y se niegan a abandonarlos, con manadas que protegen a sus cachorros del peligro a costa de su vida o mascotas domésticas que entran en profundas depresiones cuando su cuidador humano fallece o es ingresado en un hospital. No es raro encontrar testimonios de perros que hacen guardia durante meses a la puerta del hospital o junto a la lápida de una tumba, o gatos que se abrazan a tablets en las que aparece la imagen y la voz de la persona que amaban y ya no está.

Esta lealtad y amor ilimitados. Esta bondad de las criaturas que nos rodean. Nos hacen preguntarnos si seremos capaces de cambiar nuestras leyes y comportamientos hacia los animales hasta tal punto que lleguemos a estar a su altura en esa condición tan mal llamada "humanidad".

Animales atropellados, un drama escondido

Al año, mueren millones de animales atropellados por automoviles en todo el mundo. Muchos perros abandonados viven constantemente arriesgando su vida al cruzar transitadas carreteras y calles. Estos animales, víctimas del abandono de las personas y de conductores irresponsables. Obviamente, también hay accidentes donde la culpa no es de nadie. Es necesario que estos perros encuentren un hogar y puedan vivir sin enfrentar estos peligros diarios.

share