Bioguía utiliza cookies para que tengas la mejor experiencia de navegación. Si sigues navegando entendemos que aceptas nuestra política de cookies.

C
left
left

Vídeo

Video: Este hombre se adentra en un torbellino por propia voluntad

Pues en este vídeo podrás observar como un hombre se adentra varias veces dentro del pequeño torbellino, conocidos en Sudáfrica como "diablos de polvo"

Vídeo

Video: Este hombre se adentra en un torbellino por propia voluntad

Pues en este vídeo podrás observar como un hombre se adentra varias veces dentro del pequeño torbellino, conocidos en Sudáfrica como "diablos de polvo"

 

Rocio Barquilla

29/10/2018

Los fenómenos naturales causan una gran impresión en el ser humano: podemos sentir desde la admiración más profunda hasta el terror más puro

Los colores del atardecer, el cambio de las estaciones, la claridad de los amaneceres o el misterio de los arcoíris son algunos de los fenómenos naturales que nos invitan a conectar con el momento presente y disfrutar de la belleza que la naturaleza nos brinda.

En cambio, otros fenómenos naturales pueden ser extremadamente cautivadores y al mismo tiempo causar desastres de dimensiones inesperadas. Desafortunadamente, en los últimos años hemos podido observar cómo los efectos del cambio climático son terriblemente visibles en la potencia violenta de tornados, huracanes, inundaciones o sequías que arrasan todo lo que encuentran a su paso.

Sin embargo, la belleza, el respeto y el miedo son valoraciones que dependen del contexto. Es normal tenerle miedo a una gran tormenta de polvo capaz de tragarse una ciudad entera a más de 100 kilómetros por hora. Pero ¿y si se tratarse de un pequeño remolino de arena de pocos metros de altura?

En el vídeo que encabeza este artículo podemos ver a un joven que tuvo el coraje de atravesar un tornado de polvo, conocidos como diablos de polvo, en Sudáfrica. Las imágenes fueron grabadas por un conductor que decidió hacer una parada en el arcén para contemplar el fenómeno… y la interesante conducta del joven.

Tras observar el comportamiento del diablo de polvo y rodearlo varias veces, el joven se adentra en el remolino con cautela y extiende sus brazos para sentir los efectos del remolino que poco a poco se aleja de él.

Una vez que comprobado que el fenómeno le es inocuo, el joven se lanza rápidamente una segunda vez y desaparece entre el polvo ante la perpleja mirada del conductor.

DIABLOS DE POLVO

Diablo de polvo en San Francisco. Fotografía: Peretz Partensky

Los diablos de polvo son torbellinos de arena bien formados y de larga duración que varían bastante de tamaño según las circunstancias. Los más pequeños tienen medio metro de ancho por pocos metros de alto, mientras que los más grandes pueden llegar a medir diez metros de ancho por mil metros de alto.

Los diablos de polvo y los tornados se forman a partir del mismo fenómeno meteorológico y por eso ambos se manifiestan como una columna de aire que rota de manera vertical. Afortunadamente, estos remolinos de polvo son normalmente inocuos y no suelen llegar a la intensidad de un tornado.

La diferencia entre ambos fenómenos reside en el contexto donde se producen, ya que los diablos de polvo se forman bajo cielos despejados y soleados. Por eso suelen producirse a principios de primavera cuando el aire todavía es frío pero el sol ya calienta.

Aunque normalmente estos remolinos de polvo sean inocuos, nunca es buena idea tentar a la suerte. Aún así ¿se atreverían ustedes a adentrarse en un diablo de polvo como el joven que aparece en el vídeo?

share