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La cobertura congelada ártica se reduce, lo cual refleja menos radiación e incrementa el calentamiento del planeta. ¡Mira el video!
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La cobertura congelada ártica se reduce, lo cual refleja menos radiación e incrementa el calentamiento del planeta. ¡Mira el video!
17/05/2018
Llevamos ya muchos años hablando del problema del Calentamiento Global. Hasta hace muy poco, grandes sectores de la población y algunos representantes políticos ponían en duda incluso su existencia. Pero ya no. Los indicios están por todas partes y uno de los indicadores más importantes es la reducción acelerada de los casquetes polares.
La NASA, desde sus puntos vigía privilegiados, nos advierte en palabras de su investigadora Claire Parkinson: “La cobertura congelada del Ártico sigue menguando y esto está enlazado al calentamiento climático. Se trata de una calle de dos direcciones: el calentamiento significa que se forma menos hielo y que se derrite más, pero también por eso se refleja menos radiación solar lo cual ayuda a aumentar el calentamiento”. Lo que conocemos como la pescadilla que se muerde la cola.
Efectivamente, el invierno ha terminado este año con el segundo nivel más bajo de hielo registrado en los últimos treinta y nueve años. El peor dato no se produjo hace décadas, sino el pasado año. Estos dos registros consecutivos pueden significar que estamos ante una tendencia nueva y muy preocupante. Según los datos del Centro de Datos de Nieve y Hielo (NSIDC) y la propia NASA, el descenso del hielo ártico es de un millón ciento dieciséis mil kilómetros cuadrados menos que la media registrada. Tremendo.
Algunos investigadores han elevado ya discursos claramente catastrofistas, a ver si así, generando una alarma más que justificada, se toman medidas que frenen este deterioro. Rod Downie, líder de programas polares de la World Wide Fund for Nature ha dicho que los datos “ confirman que nos encontramos en una espiral de destrucción del hielo ártico. Las regiones polares son el aire acondicionado del planeta que se está rompiendo durante una ola de calor. Debemos tomar medidas urgentemente para reducir las emisiones de gas que producen el efecto invernadero y detener el cambio climático antes de que sea demasiado tarde”.
Y ese “demasiado tarde” que suena tan amenazador quizá no sea exagerado, porque ya al norte de Groenlandia se ha producido un enorme agujero en la cobertura de hielo, una zona sólida dejó de serlo y, aunque volvió a congelarse parcialmente, lo hizo con un hielo fino y frágil que seguramente desaparecerá nuevamente en el próximo deshielo.
No podemos quitar importancia a estos datos o ignorar sus consecuencias. El hielo desaparece porque el Polo Norte está experimentando temperaturas por encima del punto de congelación, incluso durante días, y estos fenómenos producen otros, en una cadena planetaria, que afectarán inevitablemente al clima, las pautas de las estaciones fuera de fecha, fenómenos extraordinarios como huracanes, nevadas o sequías… A su vez, por cambios en las grandes corrientes, las rutas marítimas quedarán alteradas, así como la vida tanto vegetal como animal y los propios asentamientos humanos, incluyendo sofisticadas ciudades costeras que, en algunos casos, podrían acabar inundadas. Suena a ciencia ficción apocalíptica pero los datos científicos están ahí, dándonos pistas de lo que podría llegar a pasar. Ahora es cosa nuestra escuchar, reflexionar y comprometernos. En definitiva, cambiar.
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