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Esta ciudad holandesa ha instalado semáforos en el suelo para los adictos al teléfono celular

Los peatones que van distraídos con sus móviles ya no necesitan levantar la vista de la pantalla porque las luces LED del suelo les indican si deben parar ante el paso de cebra

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Esta ciudad holandesa ha instalado semáforos en el suelo para los adictos al teléfono celular

Los peatones que van distraídos con sus móviles ya no necesitan levantar la vista de la pantalla porque las luces LED del suelo les indican si deben parar ante el paso de cebra

 

Rocio Barquilla

08/01/2019

En la actualidad el teléfono móvil se ha convertido en un accesorio personal imprescindible para ser humano. De hecho, a nivel global es más fácil acceder a un móvil que a un baño decente donde hacer las necesidades propias de los seres vivos.

Y es que los teléfonos inalámbricos nos han facilitado la vida en muchos aspectos. La comunicación instantánea desde cualquier parte del mundo nos permite mantener un contacto cercano con familiares y amigos, además de agilizar el mundo de los negocios.

En la última década los teléfonos también nos ofrecen acceso a la información ilimitada de Internet. Y gracias a los smartphones es más fácil chequear horarios, reservar tickets, realizar pagos o consultar cualquier tipo de información.

Sin embargo, este tipo de comunicación instantánea también acarrea ciertas consecuencias negativas. Aunque los teléfonos móviles nos acercan a la gente con la que no podemos quedar, parece que también nos alejan de la gente con la que hemos quedado.

Otro aspecto negativo, que podemos comprobar fácilmente, es que el teléfono móvil genera una adicción absurda ¿Cuándo fue la última vez que te sentaste solo con tus pensamientos mientras esperabas a alguien o volvías a casa en el transporte público?

Incluso somos incapaces de oír el canto de los pájaros que se cuela por la ventana de nuestra casa mientras le damos like a un vídeo de pájaros cantando.

De hecho, el teléfono móvil nos absorbe tanto que la mayoría de los accidentes provocados por un peatón se producen porque éste estaba usando su teléfono móvil.

Por eso la ciudad de Bodegraven en Holanda ha decidido instalar semáforos directamente en las aceras. Como se puede observar en el vídeo que encabeza este artículo, unas tiras de luces LED indican el color del semáforo para alertar a aquellos peatones que van mirando las pantallas de sus móviles.

“Se presta cada vez más atención a las redes sociales, los juegos, WhatsApp y la música, y cada vez menos al tráfico. Probablemente no podamos cambiar esta tendencia, pero sí podemos anticiparnos a los accidentes”

Kees Oskam, concejal de Bodegraven

Aunque la solución real sería que las personas caminasen por la ciudad prestando atención, la solución práctica para el futuro es instalar este tipo de semáforos horizontales en frente de los pasos de cebra.

Parece que es más fácil solucionar los problemas que causa la tecnología con más tecnología, en lugar de educar a los ciudadanos para que la utilicen de manera responsable.

Ya son muchos los expertos que aconsejan desconectar del teléfono móvil para reconectar con nosotros mismos, con las personas que nos importan y con la propia naturaleza. Recuerda que la clave está en usar el teléfono móvil de manera práctica y no para aislarnos de nosotros mismos y de los demás.

Por ejemplo, si te sientes sólo llama a un amigo, en lugar de repasar vuestras vidas en las redes sociales. O si te aburres puedes salir a fotografiar la puesta de sol, en lugar de contemplar en una pantalla el atardecer de otras personas.

Y ustedes ¿qué uso le dan a la tecnología de los smartphones?

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