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Esto que ves en el vídeo sucede cada día dentro de ti. Y es bueno y te mantiene a salvo
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Esto que ves en el vídeo sucede cada día dentro de ti. Y es bueno y te mantiene a salvo
14/09/2018
Mientras algunos investigadores sueñan con desvelar los misterios del cosmos, otros plantan los pies en la tierra y se dedican a explorar el no menos misterioso universo que bulle dentro de nosotros mismos.
En efecto, y a la luz de estas imágenes obtenidas por un laboratorio de la Universidad de Queensland, en Brisbane, Australia, nuestras potencialidades inmunológicas suponen un espectáculo de lo más exótico vistas bajo un microscopio de última generación.
Seguro que eso mismo debieron pensar el Dr. Adam Wall y el residente Nicholas Condon cuando descubrieron estas nuevas estructuras, más propias del espacio exterior que del tejido humano.
En su estudio, publicado en el Journal of Cell Biology en colaboración con la Profesora Jenny Stow del Departamento de Biociencia Molecular de la citada universidad, se refieren a estas partículas vivas como “tent-pole ruffles”, y son una especie de guerreras que protegen la superficie de las células de nuestro sistema inmune.
Estos glóbulos blancos ostentan aptitudes macrófagas y actúan cuando se presenta una infección microbiana o cancerígena, una acumulación de células dañadas o muertas o, en definitiva, cualquier sustancia que no debiera estar dentro de nuestro cuerpo. Tras reconocerlas, las engullen, eliminando así la amenaza.
Glóbulos blancos
Como sostienen los responsables del proyecto, “el proceso de fagocitosis es crucial para combatir la infección en la inmunidad innata”, así como para mantener la homeostasis y favorecer la remodelación de los tejidos en desarrollo. Pues bien, gracias a este nuevo enfoque, será más fácil “detectar moléculas que afectan sutilmente las etapas previas o posteriores a la internalización”.
Aunque este proceso de la inmunología era bien conocido por la medicina molecular, jamás se había apreciado “en acción”, de modo que ha despertado el interés de la comunidad científica.
Y es que, como afirma el Dr. Wall, trabajar con este nivel de resolución supone la posibilidad de redescubrir algunos procesos asumidos en el plano teórico y explorar nuevos campos que se convertirán en referentes de estudio dentro de unos años, compartiendo importancia con otros nuevos que irán apareciendo como resultado del desarrollo tecnológico.
Volviendo al momento presente, las imágenes obtenidas por él y su equipo nos ayudan a comprender mejor las funciones de las células metastásicas, responsables de la expansión del cáncer. En cierto modo, las “tent-pole ruffles” funcionan de una forma similar, salvo que su objetivo es justamente el opuesto.
Mediante la comprensión de este mecanismo podemos anticiparnos a los movimientos de las células cancerígenas, aunque, como suele decirse al final de la mayoría de artículos científicos, aún queda mucho camino por recorrer hasta llegar a ese punto.
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