Bioguía utiliza cookies para que tengas la mejor experiencia de navegación. Si sigues navegando entendemos que aceptas nuestra política de cookies.

C
left
left

Vídeo

Este tierno perro es adoptado y la forma en que lo agradece te hará sonreír

La enternecedora reacción de un perro después de ser adoptado: un gesto sencillo que dice más que mil palabras

Vídeo

Este tierno perro es adoptado y la forma en que lo agradece te hará sonreír

La enternecedora reacción de un perro después de ser adoptado: un gesto sencillo que dice más que mil palabras

 

16/04/2018

Todos necesitamos cariño. No se trata de una afirmación genérica y gratuita, sino de un hecho científicamente constatado.

Nuestro equilibrio emocional precisa de anclajes afectivos desde que nacemos hasta nuestra muerte pero, y esto es muy importante. No es suficiente con la convicción emocional de que alguien nos aprecia. Necesitamos demostraciones táctiles, contacto físico en forma de caricias o abrazos que nos dan salud, bienestar y vida. Porque la falta de contacto puede llegar a matar, literalmente.

De hecho, hasta principios del siglo XX nadie sabía porqué los niños que eran dejados en orfanatos morían de una misteriosa enfermedad que nada tenía que ver con higiene, alimentación o cuidados médicos, a la que denominaron "El Marasmo". De hecho, los menores de dos años, fallecían en su totalidad sin que nadie entendiese porqué. Pero en 1915 un estudio del pediatra Fritz Talbot de Boston demostró que bastaba con tocar y abrazar a los niños para que sobrevivieran. El contacto activa las señales de tensión en la hipófisis, segrega adrenocorticotrofina y estimula la glándula suprarrenal que segrega cortisona. Sólo con sostener, tocar y acariciar a los niños, la tasa de mortalidad cayó a principios del S. XX a menos de un 10%.

Estos principios fisiológicos y emocionales son aplicables a todos los mamíferos superiores. También a la protagonista de este vídeo. Una perrita Golden Retriever cuyo propietario había fallecido y que acabó en un refugio canino al no hacerse cargo de ella ningún miembro de la familia de su antiguo dueño. Este tipo de situaciones son siempre traumáticas, pero aún más para las razas que, como los Golden, tienen un acentuado sentido de lealtad. El can se sumió en un estado depresivo ante su situación de aislamiento, tras haber pasado toda la vida como miembro de una familia y parte de un hogar. Una de las trabajadoras del refugio, Kim Mozena Rezac, se percató de la situación y decidió rescatar al animal.

El vídeo nos muestra el momento en que ambas se dirigen en coche al nuevo hogar. La perra no puede apartar la pata de su nueva dueña. Busca su contacto con ternura e insistencia en una escena cargada de amor y emoción. Las caricias que ya comparten y las que compartirán en el futuro, las harán sentirse mejor y más fuertes emocional y físicamente. El instinto de la perrita lo sabe y el can insiste en buscar la mano de su nueva dueña.

Por ese motivo se recomienda que las personas mayores que viven solas compartan su hogar con un perro o un gato. Es sabido que su salud mejorará , no sólo al sentirse acompañados, sino también por este intercambio táctil. Cada vez que nuestro perro nos pide una caricia, cada vez que nuestro gato ronronea al tacto, cada vez que se acurrucan a nuestro lado en el sofá, ambos activamos mecanismos emocionales y físicos que alargan y mejoran nuestra vida, nos hacen más resistentes a las agresiones, más saludables y, por supuesto mucho, mucho más felices.

share