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Relax en un minuto: El video de un masaje felino es todo lo que necesitas ver hoy

Esta conducta felina sólo se produce cuando los gatos sienten verdadero amor y confianza

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Relax en un minuto: El video de un masaje felino es todo lo que necesitas ver hoy

Esta conducta felina sólo se produce cuando los gatos sienten verdadero amor y confianza

 

María L. Cid

08/10/2018

Sí, lo reconocemos. Nos gustan los vídeos de gatos. Es un placer culpable mucho más saludable que otros como consumir comida rápida o tele-basura. Y lo de saludable no lo decimos por decir, ya hay estudios que dicen que los vídeos de gatos nos relajan y producen algo parecido a la felicidad. Un remedio contra el estrés mucho más barato que ir a terapia, ingerir cualquier pastilla y totalmente natural.

Y es que los gatos, pese a su mala fama de egoístas, manipuladores y crueles depredadores (que lo son), son también bolitas peludas, hermosas, amorosas y placenteras. Sus ronroneos a baja frecuencia afectan a nuestra psique, y su capacidad para sentir placer es tan auténtica que despierta a nuestras neuronas espejo y reflejan en nosotros una parte de ese bienestar.

Un buen ejemplo es lo que sucede con este vídeo, en el que un gato atusa a otro, en una especie de masaje en el lomo que ya quisiéramos nosotros encontrar un masajista que nos tratase así.

El felino más grande y de pelaje más oscuro, se deja masajear por las zarpas del gato pequeño y más claro. El gatito gris atusa el lomo del marrón cobrizo y lo hace concienzudamente, como un auténtico profesional, mientras éste se deja hacer y se relaja perezosamente, en una muestra evidente de eso que, acertadamente, se ha dado en llamar "placer gatuno".

Esta forma de relacionarse es habitual con los cachorros, y los científicos la han identificado como una muestra evidente de afecto que también sirve durante el período de lactancia como reclamo cuando los más pequeños desean ser amamantados por su madre. Una conducta que queda arraigada, aunque casi desaparece cuando llegan a la edad adulta, pero que, cuando se manifiesta, debe ser siempre interpretada como un signo de confianza y amor casi absolutos.

Así que, si tienes la suerte de que tu gato te masajee, aunque algunas veces te arañe o te muerda, aunque en ocasiones parezca que te ignora y desprecia, aunque te llene la cama de pelos y pasee por las teclas de tu ordenador borrando ése trabajo que te llevó horas escribir, pese a todo eso, no lo dudes: te ama. Y eso, como sabemos, vale su peso en oro.

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