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¿El Everest o la montaña de basura más grande del mundo?

Tiendas de campaña rotas, botellas de plástico y latas se acumulan en la cima de la montaña más alta del mundo, así es como el hombre arruina uno de los paisajes más bonitos.

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¿El Everest o la montaña de basura más grande del mundo?

Tiendas de campaña rotas, botellas de plástico y latas se acumulan en la cima de la montaña más alta del mundo, así es como el hombre arruina uno de los paisajes más bonitos.

GETTY
 

M. A. P.

17/07/2018

Escalar los 8.848 metros del Everest es el sueño de todo alpinista profesional. Pues bien, este anhelo compartido por muchos está dejando su huella en la montaña: Toneladas de basura, heces y cadáveres se hacinan cerca de la cumbre.

Imagina. Te curras la ascensión más peligrosa del mundo —de cerca de 6000 personas que lo han intentado, unas 240 han perdido la vida— en busca de la pureza virginal del Himalaya y en la legendaria cordillera solo te encuentras con basura. Justamente, cabe añadir.

El site Science Alert ha publicado recientemente un artículo que denuncia esta situación. Y es que algunos montañeros que llegan hasta lo más alto dejan su equipo y sus desechos corporales donde les place. Tiendas de campañas desvencijadas, latas de comida y tanques de oxígeno vacíos componen un paisaje triste.

Además, a 800 metros de la cumbre, en la temida zona de la muerte, descansan los restos de medio centenar de alpinistas que murieron en el intento. Su presencia, lejos de escandalizar a los nuevos duelistas, genera cierta familiaridad y algunos cadáveres hasta han recibido un sobrenombre, como es el caso de “El Botas Verdes” o “El Saludador”.

Pero volviendo al tema de la basura, las autoridades tibetanas y nepalíes están empezando a tomarse en serio el problema. De hecho, El Tíbet sanciona a los alpinistas con una multa de 100 dólares por cada kilogramo que dejan abandonado y Nepal retiene un depósito de 4.000 dólares reembolsable por cada 8 kilos de basura.

No obstante, las medidas mencionadas no son muy efectivas; si tenemos en cuenta que una expedición al Everest cuesta unos 100.000 dólares, las sanciones resultan irrisorias para quienes pueden costearse este ostentoso pasatiempo.

Getty

Para los sherpas, la cosa está clara. El problemas son los nuevos alpinistas ricos sin cultura medioambiental que se lanzan a por el desafío desoyendo la voz de la montaña, una falta de sensibilidad que contribuye a perpetuar este estercolero estratosférico.

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