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El vídeo de una enfermera confortando con una canción a una paciente en sus últimos días, se hace viral.
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El vídeo de una enfermera confortando con una canción a una paciente en sus últimos días, se hace viral.
05/12/2018
A veces es un misterio el por qué un vídeo se viraliza. La viralidad, esa piedra filosofal que todo YouTuber o adicto a subir su intimidad a las Redes Sociales persigue, en secreto.
Otras veces, en cambio, es fácil de ver. Se ve incluso superficialmente o a nivel epidérmico: porque pone la carne de gallina, te eriza el vello.
Y así sucede con este vídeo en el que contemplamos el momento en el que una joven enfermera llamada Olivia Neufelder, que estaba atendiendo a la paciente Margaret Smith, accedió a cantar para ella.
La Sra. Smith estaba aguardando un transplante de hígado. Sus posibilidades no eran buenas. Padecía un cáncer terminal y esta era una de sus últimas oportunidades. La última, realmente.
Y lo que ocurrió en aquel hospital de Nashville ha reunido ya 22 millones de visionados desde su primera subida a Facebook. El momento de ternura irreprochable en que, para animar y consolar a esta paciente de 63 años, la enfermera entona la canción Dancing in the Sky, sin poder evitar derramar ella misma alguna lágrima.
No sucedió solo una vez, pero la vez grabada ha bastado para difundir el buen corazón y espíritu de esta joven profesional, acostumbrada a lidiar con el dolor del prójimo, la angustia, la esperanza que a veces se desvanece y finalmente la extinción y el dolor que pervive en los familiares.
Ante el inapelable final, la posibilidad de tener -aunque sean breves- destellos de paz y concordia, instantes llenos de detalles y amor, hacen que vídeos así alcancen ese status viral. Y no porque estén premeditados, sino porque ese momento de sincera afectividad toca algo en nuestro interior y nos hace pensar que no todo está perdido.
Margaret Smith y su familia tuvieron que asumir que su espera había sido en vano. No habría operación. No habría transplante ni nuevo hígado. Su cuerpo no estaba capacitado para soportar la intervención. Fallecería a los pocos días, el pasado 25 de Octubre, pero su hija Megan y algún otro amigo de la familia le dedicarían a su enfermera un mensaje de amor y gratitud en Redes: “No tengo palabras para describir el aprecio y cariño que sentimos hacia Olivia. Mi madre la llama su ángel. Nunca he visto una dedicación así por los pacientes. Eres un haz de luz y no puedo agradecerte lo bastante todo el cuidado y cariño que has entregado a mi madre”
La joven Olivia retornó con igual emoción otro mensaje, declarando que experiencias así la reafirman en su vocación de enfermera.
Y ahora, nosotros podemos atestiguarlo.
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