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Aunque haya sido el gato quien se haya metido en problemas, es nuestra responsabilidad como cuidadores asegurarnos de que nuestros compañeros peludos están a salvo
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Aunque haya sido el gato quien se haya metido en problemas, es nuestra responsabilidad como cuidadores asegurarnos de que nuestros compañeros peludos están a salvo
12/02/2019
Los perros provienen de una estructura social jerárquica basada en el macho alfa, por eso pueden llegar a identificar a su cuidador o cuidadora como un líder. Con un poco de paciencia, amor y recompensas, la mayoría de los perros sucumben al cuidado de los humanos.
Por otro lado, los gatos son animales complicados de domesticar precisamente porque su estructura social se basa en el anarquismo. Es decir, que cada gato individualmente decide si quiere estar solo o acompañado, si prefiere pertenecer a un grupo o ir por su cuenta, si le cae bien otro gato o no…
Por eso a lo largo de la historia la relación entre los gatos y los humanos se ha basado en el acuerdo mutuo: tú me proporcionas un territorio seguro y yo me deshago de todas las plagas que puedan afectar a tu cosecha, a tu casa o a tu cuidad.
Hoy en día los humanos y los gatos también nos basamos en el amor para crear relaciones duraderas, pero quien haya convivido con estos animales sabe que normalmente ellos son los que llevan la batuta en la relación.
Por supuesto que existen muchas maneras de entrenar a un felino para que salga a la calle con correa, para que se siente con paciencia a esperar la comida o para que haga algún truco divertido a cambio de una golosina.
Sin embargo, los gatos siguen teniendo un gran sentido de la independencia. A menos que haya comida en juego, lo más probable es un gato haga lo que quiera por mucho que le pidas lo contrario.
Por eso cuando se dice que la curiosidad mató al gato, no se dice a la ligera. Precisamente fue la curiosidad lo que casi mató al pobre Bingo, el gato que protagoniza el vídeo que encabeza este artículo.
Su cuidador @bugsblack relata lo sucedido en una serie de tuits con final feliz.
El caso es que tenemos cuatro gatos en casa. Uno de ellos es este, Bingo. Muy listo no es. pic.twitter.com/tIvduTkgYx
— Bugsblack (@bugsblack) 24 de enero de 2019
Al parecer se produjo una fuga de agua en el baño y el fontanero hizo un agujero en las baldosas del baño para investigar donde se originó el problema.
Sin que ninguno se diera cuenta, a Bingo le entró la curiosidad y decidió meterse dentro del hueco a investigar. Quizás quería ayudar al fontanero en su labor...
Una vez arreglado el problema, el profesional tapó el hueco antes de irse ¡dejando al pobre gato emparedado!
Poco más tarde @bugsblack se percató de que le faltaba un gato merodeando por la casa. Tras buscar y rebuscar, se le ocurrió una idea. Sus sospechas se confirmaron cuando se dio cuenta de que los demás gatos de la casa se acercaban a las baldosas del baño para rascar.
Finalmente, un pequeño maullido al otro lado de las nuevas baldosas confirmó sus sospechas: Bingo había quedado literalmente emparedado.
Llamo al paleta rápido y le cuento la situación. "Joder, no me jodas"
— Bugsblack (@bugsblack) 24 de enero de 2019
"Que sí, está ahí dentro"
"Voy"
Llega él y el gato no dice nada. Le digo que está ahí, que se lo aseguro. Al final decidimos quitar una baldosa y abrir un pequeño agujero.
— Bugsblack (@bugsblack) 24 de enero de 2019
Ahora ha decidido esconderse pero detrás de la televisión, que tiene más salidas 🤣 pic.twitter.com/LlA58dr9vG
— Bugsblack (@bugsblack) 24 de enero de 2019
Aunque fue Bingo quien se metió en el agujero, es nuestra responsabilidad mantener a nuestros compañeros peludos a salvo. Con un poco de precaución podemos compensar la peligrosa curiosidad de los gatos.
Y ustedes ¿creen que Bingo y su cuidador han aprendido la lección?
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