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La indignante broma pesada de un hombre a un pingüino en un zoológico

A un hombre que visitaba el zoológico con su familia le parece muy divertido mirar cómo se confunden estas criaturas marinas mientras él los engaña con su teléfono móvil, los niños observan y se ríen a carcajadas.

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La indignante broma pesada de un hombre a un pingüino en un zoológico

A un hombre que visitaba el zoológico con su familia le parece muy divertido mirar cómo se confunden estas criaturas marinas mientras él los engaña con su teléfono móvil, los niños observan y se ríen a carcajadas.

 

Vanessa Mata Valerii

31/08/2018

¡Salvemos el océano Antártico!

Aquí puedes firmar una petición de Greenpeace para proteger el océano Antártico, hogar de numerosas especies, incluyendo los pingüinos. En este proyecto, se propone crear un santuario en el mar, es decir, una zona libre de barcos pesqueros. ¡Entre todos podemos cambiar el mundo!

El polémico video: ¿abuso o diversión inocente?

Este es ese tipo de broma que no da risa si lo piensas. Por el contrario, nos hace reflexionar sobre la idea socialmente aceptada de que los animales vivan en cautiverio y fuera de su hábitat natural. El caso es que un hombre visitó el zoológico de Manila (Filipinas) con su familia y ante la prohibición de alimentar a los animales, que asegura les habría dado alegría a los niños, usó su teléfono móvil para llamar la atención de los pingüinos que nadaban mientras se les puede contemplar desde el otro lado de una pared de vidrio.

El visitante les mostró el teléfono a través del cristal a los pingüinos; estos quedaron hipnotizados con la luz del celular, y se movían en la dirección donde el hombre moviera el móvil. Al fondo puede oírse a los niños riendo a carcajadas, inocentes de lo que estaba sucediendo realmente.

Foto: El Universo.

El vídeo, como era de esperarse, se hizo viral. Cada quien tiene una postura, pero las críticas apuntaron al abuso que hacemos los humanos de nuestra supremacía con respecto a los animales y eso incluye el recluirlos en un zoológico. Si lo pensamos mejor, son cárceles de animales. Los zoológicos comenzaron en los siglos XVIII y XIX con el descubrimiento de nuevos mundos y nuevas especies, el objetivo era darlos a conocer en otras culturas.

Actualmente, el fin de los zoológicos es procurar la conservación de las especies, investigar y educar a las personas sobre los animales que tienen en cautiverio. Sería imposible para muchos de nosotros tener contacto cercano con estos en entornos civilizados como los que habitamos, pero ello implica sacar a los animales de sus hogares naturales para satisfacer nuestras necesidades de aprendizaje y entretenimiento.

El diario El País entrevistó al primatólogo y especialista en conducta animal Frans de Waal sobre el tema. Él dice que existen distintos tipos de zoológicos y que son útiles, “los que no cumplen los estándares porque son pequeños, tienen demasiada interacción con el público, o realizan poco esfuerzo pedagógico tienen que cerrarse”, sentencia sin duda. Pero cataloga a otros como “buenos”, porque “acercan la naturaleza a los niños y les educan acerca de los animales exóticos mucho mejor que cualquier vídeo”. Para el experto, este tipo de zoo promueve el valor de los animales exóticos y promueve su conservación.

Foto: luis Bonilla.

Los animales sufren de estrés porque no tienen libertad de movimiento, de caza, ni de reproducción. Eso repercue en su salud. Entonces, lo que vemos al otro lado del cristal es una versión domesticada y no la salvaje que realmente nos enseñaría cómo son y cómo se comportan.

Es probable que los pingüinos del vídeo se sintieran atraídos por la luz de la pantalla del teléfono móvil, se trata de un humano divirtiéndose a costa de otro ser que no se encuentra en las mismas condiciones que él.

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