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El pasado 2 de agosto, un fenómeno sorprendente tuvo lugar en Phoenix. Con vientos de más de 100 km por hora esparcieron una enorme masa de arena a lo largo, ancho y alto de la ciudad.
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El pasado 2 de agosto, un fenómeno sorprendente tuvo lugar en Phoenix. Con vientos de más de 100 km por hora esparcieron una enorme masa de arena a lo largo, ancho y alto de la ciudad.
19/10/2018
Uno de los efectos más visibles del cambio climático es el aumento de los desastres naturales, que se vuelven más violentos e impredecibles: tormentas descontroladas, fuertes huracanes, devastadoras sequías, irrefrenables inundaciones, etc.
Por supuesto, las tormentas de arena no son ajenas al desajuste climático que está sufriendo el planeta. Los fuertes vientos levantan partículas de polvo o arena formando nubes turbulentas que son capaces de tragarse ciudades enteras, como en el vídeo que encabeza este artículo.
Esta impresionante tormenta tuvo lugar en la ciudad de Phoenix, la capital del árido estado de Arizona. Unos fuertes vientos de más de 100 kilómetros por hora movilizaron una enorme masa de arena que cubrió varios kilómetros a lo alto y cientos de kilómetros a lo largo.
En las imágenes sólo se puede apreciar cómo esta gigante nube de polvo se adentra poco a poco en la ciudad. Sin embargo, a pie de calle muchos árboles y algunas casa fueron derribadas por la potencia del viento arenoso.
Como era de esperar, los medios de transporte colapsaron. El Aeropuerto Internacional de Phoenix, el metro y el servicio de autobuses de la ciudad quedaron afectados, dejando las carreteras llenas de coches parados debido a la nula visibilidad con ocupantes esperando a que la tormenta cesase.
Larry Hopper, meteorólogo del Servicio Nacional de Meteorología estadounidense declaró que había sido la tormenta de arena más grande del año a lo largo de todo Estados Unidos.
Las tormentas de arena se forman en zonas áridas o semiáridas como el desierto del Sáhara, las grandes llanuras de Norteamérica o en la Pampa seca de Argentina.
El contraste térmico entre el suelo y las capas medias de la atmósfera hacen que se levanten masas de aire, que aumentan de presión conforme se encuentran con el aire frío de las capas más altas de la atmósfera.
Cuando esta presión hace aumentar la velocidad y la intensidad del viento, las partículas arenosas de la superficie son impulsadas hacia arriba. Las cálidas temperaturas del suelo crean largas corrientes de convección que trasportar las enormes nubes de arena en horizontal.
Obviamente lo más aconsejable es estar atento del parte meteorológico y refugiarse en un lugar cerrado nada más saber que se acerca una tormenta.
Si vas conduciendo es importante cerrar las ventanas cuanto antes y detener el vehículo en el arcén antes de perder por completo la visibilidad. Nunca es recomendable atravesar la tormenta.
Si la tormenta te alcanza en el exterior, lo más importante es cubrirse la nariz, la boca y los ojos. Inmediatamente busca refugio en dirección contraria a la tormenta, pudiendo usar árboles o paredes en sotavento para protegerse del viento y de los objetos que puedan salir volando.
Y ustedes ¿alguna vez han sido engullidos por una tormenta de arena?
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