Oh! Parece ser que estás usando adblocker. Puedes seguir disfrutando de nuestros contenidos sin problema pero quisiéramos pedirte que lo desactivaras para nuestro site.
Vídeo
Pese al pronóstico de que pasarían meses antes de que fuese posible, todos han sido liberados en cuestión de días. Uno de los voluntarios perdió la vida llevándoles suministros
Vídeo
Pese al pronóstico de que pasarían meses antes de que fuese posible, todos han sido liberados en cuestión de días. Uno de los voluntarios perdió la vida llevándoles suministros
11/07/2018
Ocasionalmente, algo sucede que atrae la mirada de todos. La mayoría de las veces suelen ser catástrofes. A veces, episodios naturales que contemplamos con asombro. En otras ocasiones, aunque la historia comience con mal pie, la unidad de los humanos en torcer el camino del Destino y proporcionar un final feliz que muchos temían que no llegaría nunca.
Los doce niños tailandeses y su entrenador que fueron hallados vivos pero atrapados en las inundadas cuevas de Than Huang Nang Non ya están libres de las garras de una Naturaleza que no suele manifestar piedad con accidentes así. Su rescate ha costado una vida: la de Saman Kunan, un submarinista experto que se presentó voluntario para ayudar a mantener a los niños con vida y en buenas condiciones mientras se creaba el plan de rescate. Pero todo el equipo que ha participado en el rescate es un equipo de héroes. Sabían que se la estaban jugando y nadie escatimó nada. Ha sido un rescate ejemplar. Un trabajo magnífico con todo en contra.
Los niños ya están a salvo, sí. Se recuperan de los daños que la reclusión en cuevas, sin luz y altísima humedad, con carencias alimenticias en las primeras jornadas hasta que fueron descubiertos y con privación de aire fresco, no viciado por los circuitos de las cuevas. Han sobrevivido también a la amenaza de las lluvias del monzón, que hubiera anegado todo el circuito cavernario, ahogándolos si no se hubiesen drenado constantemente las aguas. Estas semanas, mientras los humanos nos exprimíamos el cerebro coordinando un plan de rescate con los mejores buzos disponibles y al menos la intención de ayuda de otras naciones y genios de lo individual, como Elon Musk, que ideó un mini sumergible propio, lo construyó y probó en sus instalaciones espaciales en tiempo récord- aunque finalmente no pudo usarse, pero pese a la proliferación de memes y chistes despectivos, debe valorarse enormemente el mérito de su compromiso en inventiva, medios y tiempo de un hombre que, según sabemos, está a otras cosas...pero afortunadamente también a éstas -.
En los primeros momentos el optimismo no estaba presente. Hemos aprendido que puedes ser un gran submarinista, pero eso no es lo adecuado cuando se trata de submarinismo espeleológico; y muchos hemos dicho en alto que jamás osaríamos hacer un deporte así y veíamos con escepticismo la idea de que unos niños, algunos de los cuales ni sabían nadar, pudieran afrontar sumergirse un medio acuático absolutamente privado de luz y con unas aguas espesas y oscuras. Se hablaba de que transcurrirían meses hasta que el rescate fuera posible. Si esto nos ha inquietado a todos, pensemos en cómo lo habrán pasado las familias de los niños.
Ha sido esta una desventura (más que aventura) de pesadilla y que se ha llevado una vida, aunque hubieran podido ser más. Aprendamos de ello todo lo mucho, aunque sea improbable, que los humanos podemos llegar a hacer cuando nos unimos. Muchas otras causas aguardan la misma actitud y compromiso. Ojalá.
share